Varios meses atrás fui a llevar una carga a una compañía.  Mientras esperaba que me vaciaran la carga, sentí un gran deseo de orar.  Era como que no podía continuar trabajando si no paraba a orar.  Cedí a ese deseo y me hinque de rodillas a orar.  Empecé a orar y llorar por la salvación de mis hijos.  Pensé que el Espíritu Santo quería que yo hiciera eso en ese momento.  Cuando termine de orar por mis hijos, el Señor me trajo a la mente una visión que tuve como diez años atrás.  Esto era algo raro, porque la visión no tenía relación con nada de lo que yo  estaba orando.  Yo creo que aquel deseo de orar, estaba relacionado con la visión.  Mientras yo meditaba acerca de la visión, sentí que el Señor quería que yo hablase de ella y la interpretación.

  
   Había ido a uno de los servicio de avivamiento un una de las islas del Caribe.  Para ese tiempo la iglesia estaba pasando tiempos difíciles.  Muchos se estaban descarriando, creyentes y ministros estaban dejando la iglesia.  En los servicios de avivamiento fui bendecido cuando me acomodaron en el hogar de fe con los obreros (ministros).  Al siguiente día por la mañana me levante para hacer la alabanza con los obreros,  Según orábamos y nos llenábamos del poder* de Dios, de momento caí en un trance, estaba viendo una visión, aunque podía oír los demás orando. 

  
   Al frente de mi vista apareció un paisaje tropical de una casa de madera, como las casas de madera con techo de sin (hojalata), como las que construían en los tiempo de antes.  La casa se veía abandonada con grietas y huecos por los lados. Vi un hombre de estatura y peso mediano vestido de negro en los alrededores de la casa.  Estaba mirando atraves de las grietas y huecos de la casa.  Miraba alrededor de la casa como si buscara algo.  Podía ver su expresión facial que era mala, y estaba desesperado y determinado en busca de algo.  Esto hacia por largo tiempo, luego la visión termino. 

  
   Cuando salí del trance y la visión, los obreros estaban orando y yo seguí orando con ellos.  Al final de la oración sentí compartir con ellos la visión que había visto.  Los obreros me dijeron que compartiera la visión con ellos, uno de ellos dijo que la visión era del Señor y nos dio la interpretación.  El obrero dijo que la casa representa nuestra fe.  El hombre vestido de negro es el enemigo o Satanás.  El está mirando dentro de nuestra fe; el está desesperado mirando dentro de nuestra fe para ver nuestras debilidades, para hacernos caer.

Esta es una de mis visiones, hno. Nelson Cintron.  

El siguiente comentario por el hno. Nelson Cintron:

  
   Querido hermanos y participantes, en muchos lugares de la Biblia fe y casa son sinónimos uno con el otro.  En el ámbito espiritual, no se está edificando un edificio literalmente.  La obra que se está haciendo en realidad es en nuestra fe atraves del periodo de la gracia.  Estas dos, fe y casa requieren que tengan un fuerte y sólido fundamento.  En Mateo 7:24 podemos ver casa y fe se unen juntos como uno solo.  Edificando su casa sobre la peña en si quiere decir edificar su fe sobre la roca (peña) solida Jesús, la revelación que él es el hijo del Dios viviente (Mat 16:18).  Así que nuestra casa o fe se están edificando sobre un fundamento sólido, el de los apóstoles y profetas con Jesús siendo la piedra principal del ángulo (Ef 2:20). 

  
    Ahora cuando viene la tormenta y suben las aguas, queriendo decir las pruebas de la vida.  Si estamos parados en la fe del Hijo de Dios no seremos ahogados.  Satanás está mirando nuestra fe y esperando por la oportunidad para tocar nuestras vidas y hacernos pecar contra Dios.  Como en la prueba de Job, el no pudo encontrar falta en el (Job 1:8-11).  Cuando Israel andaba en obediencia para con Dios en el desierto, Balaam como Satanás estaba mirando como poder maldecirlos, pero no podía porque ellos estaban protegidos por Dios (Nm 22).  Mas luego los hijos de Israel iban en pos de otras cosas en vez de Dios, aun  tras dioses extraños descuidando la palabra de Dios (libro de la ley).  Había pasado muchos años cuando la encontraron llena de polvo (1R 22,23).  Cuando el libro fue restaurado a su lugar, trajo avivamiento a sus vidas.  Igual nosotros, esta nuestro libro (Biblia) en el estante cogiendo polvo?  

   El pecado hace que nuestra casa caiga en abandono, como la lepra contamina nuestra casa (fe) y después tiene que ser derribada y volver a edificar (Lv 14:45).  “Y si alguna casa fuere dividida contra sí misma, no puede permanecer la tal casa (fe)” (Mr 3:25).  Algunas veces nuestro corazón está dividido, un pie en la iglesia y el otro en el mundo; y poco a poco nuestra casa empieza a decaer.  Grietas y huecos empiezan a aparecer, el techo y ventanas empiezan a caer.  Hemos descuidado nuestra casa (fe) espiritual por los afanes de este mundo, hay otras prioridades en nuestras vidas?  Hay áreas débiles en nuestras vidas que no podemos vencer?  Podemos fortalecer estas áreas leyendo las escrituras, y oración diariamente, con frecuentes ayuno, y nuestra casa se renovara.  Dios nos quiere renovar, el desea entrar.  El dice, “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrara el Rey de gloria” (Sal 24:7).  Si déjele entrar otra vez, esa obra que él empezó muy bien puede terminarla.  Nuestra fe brillara otra vez más, y el Señor habitara en nosotros de nuevo (2Co 6:16) y seremos el templo de Dios (1Co 3:16).     

   Querido participante quizás usted está luchando, puede ser cualquier cosa, y su casa espiritual se está cayendo y usted se está dando por vencido, recuerde que el Señor es el alfarero y usted el barro (Jer 18:3-6). Él le ama y tiene un propósito para su vida.  Déjele que le quiebre y le vuelva a hacer para que pueda brillar para el, y pueda estar listo/a para su venida.  

Espero que haiga sido bendecido con esta visión, si necesita oración vea nuestra página de contacto y denos su petición, con gozo oraremos por usted.

Si nunca ha sido salvo y no ha recibido a Jesucristo como su salvador personal, búsquenos por el e-mail y le guiaremos en este importante paso, que Dios le bendiga.

*Espíritu Santo