Una Conversación Muy Triste

  Un día tuve una conversación política con una persona.  Me dijo que él votó por Obama porque temía que el otro candidato apretara el botón rojo y provocara una guerra nuclear.  Observemos este punto de vista.  Este temor no está de acuerdo con el temor a Dios, sino con el temor de la propaganda política.  No es cierto que esto pueda suceder. Una cosa es cierta, el botón rojo ya ha sido presionado por los demócratas y sus seguidores.  La bomba nuclear ha caído sobre todos los pequeños bebés, desde que las leyes del aborto han sido decretadas y opoyadas grandemente por los democratas.  A estos niños no se les ha dado la oportunidad de vivir.  Pero usted que vive tiene esa oportunidad.

  Quizás usted dice haber elegido al Presidente por otras razones.  Entonces, a caso usted no está igualmente comerciando la carne de los niños por sus propios deseos egoístas? Esto puede ser cualquier bendición material. Recuerde la historia de Esaú en la Biblia (Gén. 25: 29-34). Él cambió su primogenitura por una bendición material, un plato de lentejas. Dios lo rechazó por eso.  Habrá una hambruna en este país como la hubo en el Israel antiguo (2 Rey. 6:25-29), cuando ellos comieron la carne de sus propios hijos. ¿Estaremos comiendo a nuestros propios hijos, destrozando sus carnes por algunas bendiciones o programas materiales? Jesús no dice en Mateo 19:14 'Dejad a los niños venir a mi, y no se lo impidais; porque de los tales es el reino de los cielos' .    

                                                                                                ....Ciertamente, Dios no tolerará esto. ¿Y usted estará en peligro del fuego del infierno? Querido lector, esto es muy serio. Si alguien comete un crimen, pagará por ello. Pero si es ayudado por dos o tres personas, ¿no son ellos también culpables? Querido lector, considere por favor, las palabras de Jesús que dice: “Es mejor entrar al reino de los cielos sin un ojo, o una pierna, o una mano que estar completo y quemándose en las llamas del infierno.” Igualmente es mejor ir al Día del Juicio con un estómago vacío, que tener uno lleno y quemarse.